Como artista y creadora mi posición ante la Inteligencia Artificial Generativa es clara:
Las IAG son creadas por grandes corporaciones en un modelo capitalista que prima los intereses de unas pocas empresas sobre el de los creadores.
Están creadas y entrenadas con el uso sin permiso de millones de imágenes y datos ajenos expoliados mediante minería de datos -muchas veces con el pretexto de fines de investigación y posteriormente vendidos como producto comercial-.
Que una obra esté en la red no significa que esté en dominio público.
Las obras creadas con IAG no poseen derechos de autoría - ni copyright-, en todo caso podrán ser una obra derivada, -sin autorización-.
Cuando usas una IAG -aunque sea de broma para uso privado- estás entrenando esos modelos sin el consentimiento de millones de autores.
La IAG mantiene y refuerza estereotipos y sesgos culturales, raciales, de género, orientación sexual... y puede ser un arma de manipulación en medios.
El entrenamiento y uso de IAG necesita ingentes cantidades de energía y agua dulce para refrigeración con el alto coste medioambiental que supone.
Es una tecnología que nos precariza a los creadores. El uso por parte de editoriales y empresas fomenta a largo plazo la pérdida de creatividad y supone bajar la calidad de sus productos.
Por todo esto: STOP IA GENERATIVA.
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